El mensaje del secretario del Tesoro de EE.UU. no generó la tranquilidad que el Gobierno esperaba. En el sector privado alertan que se necesitan acuerdos políticos. Todos los detalles.
El mensaje del secretario del Tesoro de EE.UU. que aseguró que el programa de asistencia financiera para la Argentina podría llegar a los US$40.000 millones, no generó la tranquilidad que el Gobierno esperaba. El dólar oficial cerró al alza y el riesgo país se ubica por encima de los 1000 puntos, y entre los empresarios que se reúnen en el Coloquio de IDEA se mantiene la preocupación por la gobernabilidad que logrará cosechar el oficialismo en la segunda mitad de su mandato.
Este anuncio sucedió sucedió un día después de la cumbre en la Casa Blanca entre Donald Trump y Javier Milei, en la que el presidente de Estados Unidos dijo que la ayuda a la Argentina estaba sujeta a la victoria electoral de La Libertad Avanza.
El encuentro entre Milei y Trump generó mucha confusión entre los referentes empresariales. A grandes rasgos, los referentes del sector privado interpretaron que el mensaje del presidente estadounidense apuntaba a que el programa económico del Gobierno se sostenga en el largo plazo.
Por eso, los hombres y mujeres de negocios que recorrían los pasillos del Hotel Sheraton y reflexionaban sobre la posibilidad de concretar inversiones advertían que el Ejecutivo necesita acuerdos políticos para evitar reveses en el Congreso, avanzar en reformas estructurales y generar previsibilidad futura.
“Si no tenes gobernabilidad para lo que viene, no hay plata que aguante”, resumió el titular de una compañía en relación con el impacto del salvataje de EE.UU. “Trump es inimputable. Lo que quiso decir es que si no se transforma, la Argentina es inviable”, sumó otro corporativo.
La Argentina vs el resto del mundo
En este contexto, uno de los principales debates del 61° Coloquio de IDEA estuvo focalizado en la competitividad de la Argentina en comparación con el resto de los países.
Sobre este asunto, el titular de la consultora Invecq, Esteban Domecq, explicó que actualmente la Argentina se ubica en el puesto 62 dentro de 69 sobre el índice de competitividad que mide la capacidad del país de proveer bienes y servicios de la mejor calidad al menor costo posible.
“Si fuese un campeonato de fútbol, la Argentina no pelea el campeonato, no pelea en mitad de tabla, pelea el descenso o por el fondo”, detalló Domecq.
¿Por qué? De acuerdo a su exposición, como si fuera una suerte de semáforo, hay factores rojos, amarillos y verdes que benefician o afectan la competitividad.
Los favorables son el territorio y recursos naturales, la escala del mercado domestico, la innovación, investigación y desarrollo, la adopción de nuevas tecnologías, la educación, salud y capital humano y la cultura emprendedora.
Los puntos intermedios son la concentración y dominancia de mercados, la infraestructura y los servicios públicos, la logística y redes de transporte, la burocracia y el marco regulatorio, y el sistema financiero.
Por último, las luces rojas están en las instituciones, la justicia y los derechos de propiedad, la integración y la apertura económica, el mercado laboral, los impuestos y la estabilidad macroeconómica,
